jueves, 20 de septiembre de 2012

Según Alfonso Zarate, Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario, SC., los votantes se dividen en las siguientes categorías:

1.- Voto duro: el de quién vota por un partido, independientemente de quién sea el candidato (Yo diría que, alguna vez, pudo ser el voto ideológico. Hoy es simplemente el voto irracional)

2.- Voto de castigo: el que cobra las malas cuentas de un gobierno, partido o político (No existiendo la reelección formal, pero sí la disfrazada, o sea, los mismos políticos saltando de una Cámara a otra o de un cargo a otro, es una manera legítima de hacerles ver que los ciudadanos SÍ tenemos memoria)

3.- Voto en defensa propia: reacción ante la amenaza que se ve en un candidato o un partido (llevamos años votando, no a favor de los que nos entusiasma, sino en contra de lo que nos preocupa)

4.- Voto de conveniencia: el de quien vota por el que cree que más conviene a sus intereses personales (voto con el estómago, legítimo, pero miope, cortoplacista y nada patriótico)

5.- Voto por afinidad: por identificación (más emocional que racional)con la persona del candidato

6.- Voto útil: el que se da al contendiente con más posibilidad de derrotar al candidato que más rechaza el votante (para mí, es igual al voto en defensa propia, elegir el mal menor)

7.- Voto ético: sufragio por el proyecto más cercano a los valores del votante, aunque las probabilidades de ganar sean bajas

8.- Voto informado: el que se basa en los temas trascendentales del candidato (en el análisis objetivo de su trayectoria y de su desempeño previo)

9.- Voto del miedo:  votar sin entusiasmo, por el mal menor

10.- Voto chingue a su madre: el que se da a cualquiera, porque ningún candidato convence (un poco menos malo que abstenerse y no votar, pero sigue siendo lamentable)




jueves, 6 de septiembre de 2012


Cómo construir un buen cartel electoral

 Un cartel político tiene una estructura que organiza una serie de elementos y los presenta visualmente ante el ojo humano de tal manera de facilitar su percepción en la vía pública y de simplificar su mensaje para optimizar su rendimiento en un contexto tan complejo como la calle.
La estructura básica es el mínimo de texto e imagen que debe contener para cumplir con su objetivo principal. Es ese mínimo que no puede faltar de ninguna manera, y que en ocasiones puede ser la totalidad del cartel.
Esa estructura básica es el Identificador . ¿Qué es el Identificador? Es un conjunto que integra los signos fundamentales de la identidad visual del candidato y que forma con ellos una totalidad. Está integrado por
  1. Logotipo: la forma gráfica particular que se da al nombre del candidato, forma que lo designa y lo caracteriza como marca. No se trata solo de escribir su nombre sino de diseñarlo para que sea único.
  2. Isotipo: el símbolo, dibujo o representación gráfica que identifica a un candidato sin recurrir a su nombre. Es una imagen visual que hasta un niño pueda asociar rápidamente con el candidato en cuestión.
  3. Gama cromática: los colores propios del candidato que lo diferencian de los demás y lo hagan reconocible inclusive a distancia.
Además de la estructura básica, el cartel puede agregar otros elementos complementarios. Algunos de ellos podrían ser:
  • Eslogan de la campaña: frase que sintetiza el mensaje y aparece en todos los formatos publicitarios.
  • Título del cartel: en los casos en que se produce una variedad temática de carteles que van todos con títulos diferentes pero con el mismo eslogan.
  • Identificador del partido político: siempre que el partido sea un plus que sume votos al candidato.
  • Dirección web y eventualmente de redes sociales.
  • Fotografía del candidato.
La distribución espacial de elementos en el cartel debe contemplar la forma en que el ojo humano se va a desplazar sobre su superficie.
En nuestra cultura occidental el ojo se va a mover haciendo un barrido de izquierda a derecha. El lugar más destacado, donde ubicar el elemento de mayor destaque y atracción, es arriba a la derecha del campo visual de quien lo mira.
Para facilitar la percepción, además, es conveniente que los elementos se estructuren en bloques, y que esos bloques no sean más de 3.
Siempre debemos recordar que un cartel electoral se ve en condiciones difíciles como las que presenta la vía pública. Por eso es vital una estructura que lo simplifique y que le facilite la tarea al ojo y al cerebro del posible votante.

fuente:
Daniel Eskibel, Psicologo, Consultor

miércoles, 29 de agosto de 2012

"Un mensaje es bueno cuando se sustenta en la identidad del partido, cuando se apoya en los puntos fuertes del candidato, cuando es pertinente para la vida y los sentimientos de los electores, cuando es coherente, desde su componente programático hasta sus componentes de imagen y sus connotaciones perceptivas, cuando es simple y cuando es repetido suficientemente a lo largo de toda la campaña. "
LCB Luis Costa Bonino. El Mensaje

viernes, 24 de agosto de 2012

CAMPAÑAS EXITOSAS VS CAMPAÑAS FRACASADAS

Las Campañas Exitosas no solo logran un objetivo político propuesto (el puesto), ganan planteándose objetivos claros y cumpliendolos a cabalidad!
Las Campañas Fracasadas no solo pierden el puesto, pierden con un margen de victoria muy bajo

Caracteristicas de una Campaña Exitosa


Buen candidato carismático: Candidato que reúne cualidades emocionales, experiencia, capacidad, liderazgo y reconocimiento social.

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üBuen equipo de trabajo: Equipo de trabajo amplio, eficiente y de buena reputación.

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üPartido con alto posicionamiento y estructurado regionalmente:  Partido con gran aceptación social y que el elector identifica como una alternativa benéfica para la integración de su gobierno.

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üUna estrategia política adecuada (alianza y coaliciones): Requiere la necesidad de coaligarse o hacer alianzas políticas con otras fuerzas . La estrategia comprende toda la serie de acciones proselitistas para lograr un mayor número de votos y acercar la posibilidad del triunfo electoral.


üUn partido unificado y disciplinado: Muchas de las derrotas políticas, se deben a los conflictos que se dan al seno de los partidos en la disputa  por los espacios de poder al interior de la organización o por la candidatura a los puestos de elección popular, ya que estos conflictos desdibujan la credibilidad social del instituto político y afectan la imagen partidista.

üUna experiencia de gobierno exitosa: Existe una especia de relación positiva entre calidad y eficiencia gubernamental y posibilidad de continuar en los espacios de representación pública.

üRecursos económicos suficientes: Se requiere una serie de recursos económicos dedicado al pago de propaganda, para la organización de eventos masivos, la contratación de servicios especializados y, sobre todo, para asegurar el traslado del candidato y su equipo de colaboradores.


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üInnovación y creatividad  mercadológica:  Se caracterizan por la incorporación de las nuevas y modernas técnicas y estrategias que el marketing político proporciona, así como de profesionales expertos en persuasión, imagen y proselitismo político.
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Una Polarización electoral:  Comprende las cuatro etapas de la técnica AIDA que son atención, interés, deseo y la acción. Esto implica en el ámbito político-electoral, que las campañas exitosas parten de motivar la atención del elector para concluir en la captación de un gran caudal de votos.


üUna coyuntura favorable: Se produce dentro de un contexto favorable caracterizado por una percepción social de identidad y respaldo y ciudadano.


üUna plataforma electoral sensitiva: Tiene que saber p diagnosticar los problemas, necesidades y aspiraciones de los electores y luego transformarlas en plataformas programáticas, en propuestas y agendas del candidato o partido.

üUna oposición desorganizada: La desorganización del adversario implica , también, la incapacidad de la competencia  para hacer llegar el mensaje adecuado al elector  y motivar el voto a su favor.


üUna campaña bien cuidada: Una campaña con el mínimo de errores y escándalos políticos, un ejercicio proselitista profesional, impulsada por hombres y mujeres con experiencia, sensibilidad y espíritu de servicio.
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Las malas Campañas se caracterizan por:

üUn mal candidato: Pobre en cualidades discursivas y que goza de mala reputación e imagen pública.

üUna pobre formula: Con un mal equipo de trabajo o formula electoral, las cosas pasan a empeorarse, ya que los electores no solo están atentos sobre las cualidades de quienes encabezan las formulas electorales, sino también de los personajes más cercanos y allegados de estos candidatos.

üUn partido desgastado y sin presencia: Es cuando el partido no tiene presencia real ni estructura política que le permita estar en contacto con las bases electorales, por sus antecedentes en otras experiencias de gobierno.

üUn partido dividido e indisciplinado: Ante las fracturas internas  y las luchas internas, una gran parte de la energía partidista se canaliza hacia la búsqueda de soluciones de los conflictos internos, descuidando las acciones proselitistas en la búsqueda del éxito electoral.
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Una errónea estrategia política:  Son estrategias políticas o equivocadas o desfasadas, que bien pudieron ser útiles en el pasado, pero que no son las más adecuadas para la coyuntura específica que se está viviendo.

üUna experiencia de gobierno altamente cuestionada: Está asociada con un ejercicio mediocre y deshonesta de la función pública.

üEscasez de recursos humanos, económicos y materiales: Carece de lo más elemental( capital humano altamente calificado, recursos económicos para promover al candidato y recursos materiales  para realizar los trabajos de proselitismo electoral.

üCampañas tradicionales: Se apega a las formulas y métodos tradicionales de hacer política y desdeña los avances tecnológicos y nuevas herramientas y técnicas para la persuasión de los votantes.

üUna campaña insípida: Se articula en base a la difamación y calumnia de los adversarios, que destruye, no construye, que está cargada de un profundo sentido de negatividad y agresividad. 

üUna coyuntura y contexto electoral desfavorable: Una coyuntura asociado con el desprestigio del partido o candidato del partido o candidato, con la deshonestidad y el abuso de autoridad.
üUna plataforma electoral desfasada: Candidatos postulados que desconocen la problemática y características distintivas de las circunscripciones electorales en las que están compitiendo, plataformas electorales desfasadas que no representan un discurso atractivo y sensible para el elector.

üUna oposición organizada:  La competencia es más hábil y tiene los recursos, la creatividad y capacidad para atraer un mayor número de votos.

üUna campaña plagada de erroresEscándalos, omisiones o declaraciones desafortunadas, un desempeño mediocre en un debate público, una decisión equivocada o una campaña insípida en medios, pueden restar votos y que pesan en el resultado final de una elección.

fuente: Marketing Politico

miércoles, 22 de agosto de 2012

Que es el Marketing Politico???
Hoy en día, en todos los sistemas democráticos, el marketing político figura como una herramienta fundamental del quehacer político nacional e internacional. Más allá de las críticas y/o aprobaciones que se puedan hacer sobre su aplicación a los asuntos políticos y sociales, el desarrollo de las técnicas del marketing político es un reflejo de la evolución que han tenido la tecnología y las formas de
comunicación en general. En otras palabras, se trata de una expresión más del propio desarrollo de la humanidad, de la adecuación de nuevas tecnologías a las formas de organización social.

Abordar el tema del marketing político requiere de un enfoque multidisciplinario, ya que dicho proceso involucra aspectos de diversas disciplinas como la Ciencia Política, la Sociología, las Ciencias de la Comunicaciónla Economía y la Mercadotecnia. Desde un enfoque de este tipo, se entiende que el marketing político no sólo se trata de una herramienta para definir asuntos político-electorales,éste también se presenta como una práctica que genera conocimiento y que responde a diversos cambios sociales. No obstante, la mayor difusión e investigación de este tema se ha hecho en la arena política, particularmente, en los asuntos electorales.

Por lo tanto, el marketing político es denominado indistintamente como marketing electoral. En cualquiera de sus denominaciones su objetivo final es la promoción y la venta de ideas y programas a un conjunto de personas: “la consecución del voto individual del mayor número de electores, permitiendo, de esta forma, que un partido alcance el poder”

Existen diversas definiciones sobre el marketing político, no obstante, la raíz de este concepto es la misma: el marketing. “La definición de marketing que ha contado con mayor aceptación es la efectuada por la American Marketing Association (AMA) de 1985: Marketing es el proceso de planificación y ejecución del concepto, precio, promoción y distribución de ideas, bienes y servicios para crear intercambios que satisfagan los objetivos del individuo y de la organización”.

Para Lock y Harris, el marketing político se define como “una disciplina orientada al estudio de los procesos de los intercambios entre las entidades políticas, su entorno, y entre ellas mismas, con particular referencia al posicionamiento de estas entidades y sus comunicaciones”.

En términos meramente electorales, dicho proceso se concibe como “el estudio de los procesos de intercambio político que ciertas organizaciones (partidos políticos, sindicatos u otras instituciones de carácter nacional o internacional) o personas desarrollan con el objeto de conseguir el voto o la adhesión de un colectivo a un programa, a una persona o a una ideología”.

Para Luis Costa Bonino, quien propone una definición más pragmática y operativa, el marketing político es “una caja de herramientas para ganar elecciones. La mayoría de estas herramientas se manejan de una forma simple y eficaz, mediante procedimientos que pueden enseñarse a los equipos de campaña para que multipliquen el impacto y la efectividad de su trabajo”.

En suma, para este autor se trata de un método para hacer buenas campañas políticas: un método para buscar el voto con el auxilio de las nuevas tecnologías.

Siguiendo esta misma lógica se sostiene que el “método del Marketing Político parte del conocimiento del electorado y del diagnóstico de la elección. Mediante encuestas, estudios de opinión pública y análisis estadísticos, trata de llegar a cuatro conocimientos operativos clave: cómo es el candidato, cómo son sus adversarios, cómo son los electores y cómo es la elección”.

Como puede observarse la aplicación del marketing político requiere, entonces, de un estudio arduo de las condiciones sociopolíticas de la sociedad en juego. Tal como lo señala Francisco Javier Barranco Saiz, el marketing electoral “parte de un análisis de la situación del mercado político a través, por un lado, el estudio de las características socioeconómicas del electorado, el estudio de su comportamiento y actitudes por otro y el análisis de sus deseos y necesidades, por último…Además, analiza la situación política general, la coyuntura económica nacional y las actitudes y posibilidades de las organizaciones políticas y de los candidatos que van a intervenir en la lucha electoral”.

Siendo uno de sus principales objetivos la obtención de votos en las elecciones, el marketing político es utilizado para construir estrategias de campañas electorales, es decir, todo aquello que tiene que ver con los mensajes, los grupos objetivo a los cuales va dirigido el mensaje, los medios de difusión, la publicidad, etc. En lo que respecta a los medios de difusión, Costa Bonino señala lo siguiente:

El Marketing Político basa buena parte de su eficacia en un conocimiento profundo de la naturaleza y el funcionamiento de los medios de difusión. Cómo hacer un plan de medios para una campaña electoral, cómo enseñar a un candidato a desempeñarse de la mejor manera frente a una cámara de televisión o en una situación de debate, cómo editar y presentar las mejores imágenes para generar una percepción positiva [del] candidato entre los electores.

En conclusión, puede decirse que aplicado concretamente a una campaña electoral, el marketing político “es, sobre todo, un magnífico sistema para poder influir en la opinión de los votantes, para posicionar al partido o al candidato favorablemente respecto a sus competidores y, fundamentalmente, para persuadir al elector de que su voto debe ser para [esa] opción política.

Pero es, por encima de todo, una estrategia y un conjunto integrado de herramientas que conducen el desarrollo de la campaña electoral hacia el éxito”.

Como disciplina el marketing político tiene como objetivo explicar y dar respuesta a las siguientes interrogantes:

1. El comportamiento de los ciudadanos ante el intercambio político. ¿Qué ciudadanos y por qué participan en la elección de representantes público? ¿Cuáles son y cómo actúan los condicionantes que influyen en la postura a adoptar? ¿Cuáles son las causas de que unos participen y otros no y cómo influyen las prácticas derivadas de las diferentes opciones en las respuestas adoptadas ante la elección política? ¿Cómo evolucionan esas respuestas?

2. El comportamiento de las diferentes opciones políticas en dicho intercambio. ¿Cómo se desarrollan y elaboran sus estrategias? ¿Cómo concretan sus ofertas programáticas y de candidatos? ¿Cómo se organizan los medios materiales y humanos para captar las necesidades y preferencias de los electores, hacerles llegar sus respuestas y cómo las comunican? Explicar los factores que determinan la situación competitiva política.

3. La estructura y actuaciones de las instituciones encaminadas a facilitar el intercambio político. ¿Cuáles son y cómo se desarrollan estas instituciones que actúan sobre la situación competitiva? Medida y búsqueda de una constante mejora del grado de éxito con que actúan estas instituciones en el desarrollo del intercambio político.

4. Consecuencias que sobre la sociedad tienen los comportamientos de los electores, opciones políticas e instituciones que intervienen en el proceso de intercambio, lo que comprende un análisis a nivel macro del funcionamiento del sistema para detectar sus disfunciones y proponer correcciones.



lunes, 20 de agosto de 2012

El objetivo del blog es generar un espacio de encuentro y debate para todos quienes quieran conocer algo mas del Marketing Politico y del desarrollo de las campañas electorales en la actualidad.
El objetivo principal de una campaña política es el de determinar cómo un candidato, o un partido político, responderán mejor a las necesidades y expectativas del potencial votante para lograr, primero, su adhesión; segundo, su voto el día de las elecciones y, tercero, su apoyo durante el desempeño del cargo que haya ganado mediante ellas.
a traves de los futuros post, daremos algunas luces respecto del trabajo de un candidato, de sus asesores y del equipo de campaña.
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